60 años. EL 4 de junio me vacuné con primera dosis. Por suerte tenemos un Gobierno que gobierna. A pesar de estar atravesando el peor momento que yo le conocí al planeta en lo que va de mi vida. La campaña de vacunación es excelente, con todas las dificultades externas e internas.
Lamentablemente tenemos en la vereda de enfrente una oposición de soretes, que mientras el Gobierno construye, se encarga de destruir, desinformar, confundir. Mierda inmunda que el único lugar donde debería estar es en una cloaca. No se puede así. Imposible construir una Nación, con todo ese excremento revoloteando. Todos los días. 24 horas por día. Jugando con la muerte. La mierda macrista, la prensa canalla, la mafia judicial. Imposible. Para joder no paran nunca, ni para mirar Netflix.
Lacra asquerosa y hedionda, me cuesta poner en palabras la repugnancia que me dan. Clausuraron cualquier posibilidad de debate político en la Argentina, diciendo cualquier pelotudez, cualquier mentira, por más descabellada que sea. No importa la desmentida, al otro día siguen con lo mismo o inventan una mentira peor.
Operan permanentemente en contra de los intereses del país, frente a un problema que es mundial. Su único interés es defender el bolsillo de los poderosos.
De cualquier manera no sé si es eso lo que más me llama la atención de esta gentuza, sino más bien su increíble ignorancia. Son burros, brutos, ignorantes, canallas sin el más mínimo mérito, analfabetos protegidos por los medios hegemónicos.
Bueno, no sé si cansé repitiendo tanto la palabra mierda y sus sinónimos, pero es lo que me sale. La mierda que se me pega en la suela del zapato es mejor que un macrista.
Por todo eso y porque soy un tipo agradecido: ¡Gracias Alberto y Cristina!