Explíquenme como se hace para que
una persona diga: “Yo pago poco de luz, auméntenme la tarifa de luz. Sinceremos
los precios, esta fiesta se tiene que terminar. Voy a votar al que me prometa
que me aumenta la luz”.
Explíquenme como se hace para que
una persona diga: “Yo pago poco de transporte, es ridículo lo que pago. Hay que
alinear la tarifa con los precios internacionales. Voy a votar al que me
prometa que me aumenta el transporte”.
Parece que la persona que está
hablando es una persona muy imbécil ¿no?
La clase dominante, con su
bombardeo mediático permanente, le lavó el cerebro a la clase media estúpida.
No, no se lo lavó, se lo destruyó y se lo pulverizó.
Surgió un ejército de idiotas que
vota para su propio malestar. Así es imposible construir algo.
Imagínense a Paolo Rocca de
Techint diciendo: “Yo pago poco de impuestos, auméntenmelos por favor!”
Yo pagaba mucho de transporte, en
especial en el subte. Un servicio de mierda, sucio, con demoras. Hasta vi un
incendio en el túnel del subte.
Y yo pagaba mucho de luz. Con
cortes de luz o rezando para salvarme de uno. Y las empresas que dan el
servicio con unos balances buenísimos.
Votaron “en contra de”, los muy
forros. Y no se vota “en contra de”, se vota “a favor de”, en especial, de uno
mismo.