sábado, 26 de marzo de 2016

Consulta enviada a los 72 Senadores Nacionales el 26 de marzo de 2016.

Estimados Senadores y Senadoras de la Nación:

Quería consultarles si ustedes en su vida personal o profesional, en el hipotético caso de que tuvieran 100 acreedores, y habiendo logrado un acuerdo ventajoso con 93 de ellos, se dejarían extorsionar por los otros 7, con condiciones leoninas.
También quería consultarles, continuando con la suposición de que tengan una deuda personal, si les parecería inteligente solucionar el problema contrayendo más deuda.

Gracias por su tiempo,

lunes, 21 de marzo de 2016

¡DALE ANTONIA!

Dale Antonia, que mi imagen se desmorona, ¿que te cuesta? Salí conmigo en una foto más. Ya sé que estas podrida y que te queres ir a jugar, pero necesito una foto más, una solita, dale.
No crezcas más, quedate así, chiquitita. Sonreí para la cámara,  poné esa carita que tanto les gusta a las señoras que me votaron.
¡Sos tan linda y simpática! Si me dejas solo, no sé qué decir, no sé qué hacer. Bailo un poquito, pero creo que eso ya cansa.
Algunos dicen que te estoy usando, y te hago daño, ¡que gente mala! Deben ser esos que siempre protestan por todo.
Mostrale a todos lo bonita que sos, mientras yo destruyo el país. Mientras  desmantelo al Estado, les regalo negocios millonarios a todos mis amigos, aumento deliberadamente la pobreza y el desempleo, y la canasta familiar se va a las nubes.
Dale, Antonia, así nadie se acuerda de que hay presos políticos, censura y persecución ideológica.
Que importan la represión y el ajuste, si te sacas una foto más conmigo, va a estar todo bien.
Dale, Antonia, que estoy endeudando al país de una manera que ni tus nietos van a poder pagar, pero eso ¿qué importa? Mientras vos sonreís para la cámara, pisoteo la Ley, la Constitución, la independencia de poderes y la libertad de expresión. Nada de eso tiene importancia si nuestra foto juntos sale linda.
Dale Antonia, que ese conjuntito de marca te queda tan bien. Mientras, yo aniquilo la industria nacional y la obra pública.
Si las cosas salen mal, basta con que le eche la culpa a otro. En la Ciudad de Buenos Aires me fue muy bien haciendo eso durante ocho años. A los que me votan mucho no les importa, les basta  con verte así tan linda, sacándote fotos conmigo.
Dale Antonia, que Cultura y Educación son temas secundarios, si salís conmigo en la tapa de la revista, todo el mundo va a estar feliz.
Mirá a la cámara y sonreí, así ocultamos el hecho de que soy un tipo sin ningún merito personal, protegido por los medios hegemónicos y la justicia adicta.
¡Dale, Antonia!

LA CLASE MEDIA ESTÚPIDA

Desaparecen 30.000 personas y mira para el costado, pero le tocan el dólar y sale a cacerolear.

Se indigna ante la pobreza, pero descree de las políticas para solucionarla.

Siente sensación de inseguridad si se enfrenta con gente de aspecto distinto al suyo, a quienes desprecia.

Le huele mal la organización sindical y política.

Desconfía de la movilidad social ascendente, la inclusión, la distribución de la riqueza, el consumo popular y los conceptos turismo y vivienda social.

No le gusta encontrarse en un lugar de vacaciones con personas que considere de una clase social inferior. Le basta con que un balneario sea publicitado como “exclusivo” para que sea de su preferencia, y es capaz de endeudarse para pasar al menos unos días allí.

Cree que cuando le va bien es por su talento y su genio y cuando le va mal es por culpa del Gobierno.

Se cree que está acá en el país de paso, y que la plata tiene que estar afuera, aunque la haya ganado adentro.

Permanentemente compara “allá” y “acá”, y la antinomia “allá”/”acá”, puede ser rellenada con cualquier cosa, por ejemplo: las ratas de “allá” son hermosas porque son de “allá”, y las ratas de “acá” son asquerosas porque son de “acá”. Hasta los defectos de otros países son interpretados como virtudes con tal de denigrar al suyo. Y cuando vuelve de un viaje al exterior nos explica: “Es una cuestión de cultura”.

Permanentemente mira para el costado para ver que tienen y que no tienen los demás, que les dan y que no les dan.

Aunque reciba permanentemente beneficios del Estado, como por ejemplo una carrera universitaria gratuita, rechaza la presencia de aquél.

Entrena a sus hijos para que se vayan al exterior a “hacer carrera”, porque acá no hay futuro.

Al mismo tiempo que exige un Estado presente, reclama pagar menos impuestos o elabora complicadas ingenierías para evadirlos.

Prefiere el “sálvese quien pueda”, a la solidaridad social.

En lo personal, siente complejo de inferioridad frente a ciertos individuos y complejo de superioridad frente a otros. Del mismo modo, a nivel de países, piensa que algunos son naturalmente superiores, a los que ama y respeta, y otros naturalmente inferiores, a los que detesta.

Cree que el buen cine viene de Estados Unidos, o de otros lugares.

Entiende que los intereses de la clase dominante son “sentido común”, en cambio satisfacer los intereses de las personas que están en la base de la pirámide social tiene que ver con clientelismo, demagogia y  corrupción.

Está llena de odio hacia lo Nacional y lo Popular.

Tiene un espejo en la casa que le devuelve una imagen rubia y de ojos celestes.

No sabe que Jauretche la llamó “tilinga”.

Es inculta, ignorante, desinformada y no tiene Conciencia Nacional.

Es muy difícil construir una Nación con la clase media estúpida.